9.1.07

BIG BUM

Fue tal el impacto al ver tanta, pero tanta gente boludeando y haciendo que trabaja, que decidí abrir un blog para ponerme a la par. Ya que mi pasatiempo favorito es la lectura de aforismos zulúes y no los jueguitos esos de computadora, me dije: "Washington querido, si tanto disfrutás de lo que escriben otros, ¿por qué no devolver tanto altruismo literario escribiendo tus propias experiencias?" ¡Todos podrían disfrutar de aquello que con ahínco escribiera! (o sea, disfrutarían de los ratos en los que estoy al pedo). Por supuesto, esto lo charlé en profundidad con eruditos y conocidos que rápidamente me alentaron ante tamaña idea. También se lo comenté (más que nada porque la conozco desde que era ternera) a Carmelita, la vaca de mi vecino. Después de un largo monólogo llegué a la conclusión (y me llevó unos cuantos años) de que Carmelita no era timidona como su dueño creía. La vaca no dijo ni mu, exceso de respeto, pensé, pero no. Y no al cuete le puse ese nombre en latín al blog. No era timidez ni un respeto absoluto, es que RES NON VERBA: las vacas no hablan.

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